La semana pasada moría, tras tres meses en huelga de hambre, el disidente cubano Orlando Zapata, en una cárcel cubana.
Desde Idiotsingracia queremos condenar con la más absoluta energía, que en pleno siglo XXI sigan existiendo presos de conciencia en las cárceles del mundo, y exigimos a los países del mundo libre que tomen todas las medidas necesarias para combatir estas violaciones de los derechos humanos.
Pero no es sobre este asunto sobre el que queremos hablar hoy.
Queremos comentar, sí es que no lo hacen por sí solas, las declaraciones del actor Willy Toledo al respecto.
Para aquellos que aún no las hayan escuchado, avisamos que pueden herir la sensibilidad de muchos, y provocar, a todos, ganas de vomitar.
Realizado el aviso, vamos allá; actor ha declarado que “la gran mayoría de los presuntos disidentes encarcelados en Cuba son gente que ha cometido actos terroristas contra el Gobierno cubano, actos de traición a la patria y un montón de delitos”. A Orlando Zapata, con el cadáver aún caliente, se ha dirigido en estos términos:
“Este señor al que se llama disidente, no era más que un delincuente común, que ha sido forzado y manipulado por otras personas, parece ser, que para ponerse en huelga de hambre y llegar al extremo de quitarse la vida”.
Bueno. Como he dicho, no se si hay espacio para añadir algo más.
Willy Toledo, hace unas semanas, apoyaba enérgicamente a la disidente saharaui Aminatu Haidar.
Pero ahora, como las razones de Zapata no son proclives al comunismo totalitario al que Toledo parece abrazar, le merecen estas palabras.
Y ésta es la voz democrática del colectivo de actores, que siempre están rapidísimos en posicionarse moralmente contra todas las injusticias, abusos y atropellos presentes en nuestros días, siempre que cumplan la condición necesaria y suficiente de que no sean cometidas por amigos o pagadores.
Transcript: Peter Goodman
Hace 17 horas
1 comentarios:
Completamente de acuerdo contigo LO.
La "secta de la ceja" es realmente poderosa y para ellos unos muertos tienen mas valor que otros, unas verdades más credibilidad que otras, unas guerras más justificación que otras, unos accidentes de petroleros más responsabilidad que otros y desde luego su juicio siempre es el único válido.
Para los amantes de la auténtica democracia y de la verdadera libertad, para los que no encontramos justificación para ninguna dictadura, este tipo de gente no nos puede producir mas que auténticas ganas de vomitar.
Un saludo
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