Como bien expuso en 2007 Nassim Nicholas Taleb en su libro El Cisne Negro, uno de los principales errores en la interpretación del riesgo y que en gran parte nos llevó a la reciente crisis fue la creencia de que los precios de los activos financieros podían modelarse con la conocida distribución normal o curva de campana o curva gaussiana, como queráis llamarla.
Una de las cosas que nos ha enseñado esta crisis es precisamente esa: en el mundo financiero la curva normal no funciona tan bien como creíamos.
La combinación de la fe inquebratable en las distribuciones gaussianas y la falta de escepticismo, juento con los recientes avances de las matemáticas finacieras y la creciente capacidad de cálculo de los ordenadores han hecho que este error, que en otro caso podría haber seguido desapercibido durante muchos años, salga a la luz y nos golpee con toda su crudeza.
Nos ha costado mucho darnos cuenta de cuán poco sabíamos.
Este corto vídeo explica de manera muy sencilla como los mercados financieros interpretaron erróneamente los riesgos, creyéndose mucho menos vulnerables de lo que en realidad eran:
Dentro del artículo de The Economist aparece, una vez más, uno de los grandes problemas de nuestras economías actuales: el exceso de endeudamiento. En este caso, la gráfica de la derecha muestra el endedamiento de las instituciones finacieras, las que, en algunos casos llegaron a tener apalancamientos superiores a 40.
Esto suponía, que una pérdida de tan solo el 2-3% en sus inversiones les podía dejar en bancarrota, como por otro lado así fue en muchos casos.
En todo esto no hay que desmerecer el papel de los bajos tipos de interés instaurados durante años, que no hicieron sino fomentar este brutal apalancamiento y la proliferación de burbujas alrededor del globo...
Artículo de The Economist encontrado vía The Rational Walk.