Lo primero que debemos aclarar es que el baloncesto norteamericano no se rige por las mismas reglas que el baloncesto o el fútbol europeo. Aquí estamos acostumbrados a que los equipos “grandes”, al ser los que tienen mayores presupuestos sean los que se lleven a los mejores jugadores y los demás equipos hagan lo que puedan, con una serie de divisiones donde los mejores de cada año juegan en Europa, y los peores descienden a ligas menores. En la NBA no, hay una serie de 30 equipos fijos que siempre están en la liga y los 8 mejores de cada conferencia juegan los playoff por el título, y el resto a descansar.
Bien, es aquí donde la NBA trata de hacer equitativas las opciones de todas las franquicias de convertirse en ganadores del campeonato. Los equipos que se han quedado fuera de las eliminatorias, pasan a entrar en un sorteo donde aquellos con menor número de victorias durante la temporada regular tienen un mayor número de “papeletas” para el draft. Para hacerlo sencillo podríamos decir que el draft es un sorteo donde los equipos eligen a los mejores jugadores jóvenes disponibles según el orden establecido en la lotería.
El resto de equipos que han participado en los “playoff” estarán colocados por orden estricto de victorias/derrotas yendo de menor a mayor.
Aquí tenemos un ejemplo del año pasado de los porcentajes que se adjudican según la relación victorias/derrotas:
Ésta es la teoría sobre la que se sustenta el draft, ya que posteriormente e independientemente de la posición obtenida, entran en juego consideraciones como el buen ojo de los managers para elegir a los mejores jugadores, las capacidades para negociar con ellas o simplemente la suerte.
Hemos de tener en cuenta que los equipos NBA pueden escoger tanto a jugadores universitarios como a jugadores internacionales, siempre y cuando estos jugadores se hayan declarado “elegibles”. Para que un jugador americano sea “elegible” puede declararse el mismo siempre y cuando cumpla los requisitos mínimos (2), o bien lo será de manera automática si ha cumplido los cuatro años de formación universitaria o si ha jugado al baloncesto con contrato profesional en cualquier otra liga del mundo. En el caso de los jugadores internacionales serán automáticamente elegibles si han cumplido los 22 años o han jugado en cualquier otra liga profesional de baloncesto ajena a la NBA.
Para finalizar me gustaría daros a conocer algunos de los casos más interesantes de la historia del draft:
- En el draft de 1984, Houston escoge a Hakeem Olajuwon con el nº1 de ese año y Portland escoge con el nº2 a Sam Bowie, dejando escapar con el nº3, que voló hacia Chicago, a un tal Michael Jordan. El resto es historia.
- En el draft de 1998 (temporada de la huelga) San Antonio elige con el nº1 a Tim Duncan, a partir del cual forma junto con David Robinson la mejor pareja interior de la liga y convierten a la franquicia tejana en un equipo ganador llevándolo a su primer título ese mismo año. Desde que Tim Duncan juega con San Antonio, los “Spurs” han conseguido 4 anillos de campeón.
- En el draft del 2001, Atlanta Hawks escoge a Pau Gasol con el nº3 que posteriormente sería traspasado esa misma noche a los Memphis Grizzlies. Años después y con otro traspaso por en medio, Pau Gasol se convierte en el primer español en jugar para Los Angeles Lakers y ganar un anillo de campeón.
- En los últimos draft parece haber una maldición que recae sobre el nº1, ya que en el draft del 2007 (Greg Oden por Portland) y de 2009 (Blake Griffin por Los Angeles Clippers), los jugadores escogidos para cambiar el rumbo de la franquicia han sufrido lesiones muy serias en las rodillas obligándolos a ser baja durante toda la temporada, mermando así las posibilidades de su equipo en la liga.
Y recordar lo que se dice en los pasillos del Madison Square Garden en los días previos la draft: “draft for talent, trade por position”.
Il Basso
Notas:
- ↑: Desde el año 2006 no se permite que los jugadores “den el salto” directamente desde el highschool a la NBA, por lo que están obligados a pasar como mínimo un año por la universidad o que haya transcurrido un año desde que se graduara.