Ayer la agencia de calificación Standard and Poors rebajó un escalón el rating de la Deuda Española, hasta el nivel AA. Idiotsingracia ofrece toda la información en el post Nos tocaba: S&P rebaja el Rating de España.
Pese a que las otras dos agencias, Fitch y Moody´s, mantienen la máxima calidad crediticia (AAA), no resulta aventurado prever que se unirán al diagnóstico de S&P, y bajarán también el rating del Reino de España.
Un país con un déficit actual que roza el 10%, y unas previsiones de Deuda Pública del 74,8% del PIB en 2012 no parece ofrecer la máxima solvencia posible, máxime si tenemos en cuenta los datos de desempleo, que ya supera el 20%, carente de visos de disminuir a medio plazo.
Las recetas que debe seguir España para revertir la situación, y disuadir en la medida de lo posible los ataques de los especuladores internacionales (que ya han infligido un serio castigo a Grecia, con CDS superiores a los 800 puntos, y comienzan a hacerlo con Portugal) son claras: flexibilizar el mercado laboral, apostar por una educación de calidad que permita generar competitividad, sanear la balanza comercial, y, sobre todo, contener el gasto público. Esta última es la media más sencilla de tomar, y la única que tiene efectos a corto plazo.
Teniendo en cuenta lo anterior, el mismo día en que S&P rebajada la nota crediticia de España, se aprobaba en el Senado el uso de las lenguas cooficiales en las intervenciones de los senadores.
El PSOE y los nacionalistas votaban a favor de que en la Cámara Baja puedan usarse en todas las intervenciones las cuatro lenguas cooficiales (catalán, gallego, euskera y valenciano) a través de un sistema de traducción simultánea, similar al existente en la ONU o en el Parlamento Europeo.
El senador popular Juan Van-Halen ha cifrado el coste de la medida en 1,2 millones de euros anuales.
Si bien esta cantidad pueda parecer una gota de agua en el océano de la deuda española (que en 2009 alcanzaba los 462.000 millones de euros), resulta muy ilustrativo de la capacidad de nuestros gobernantes para cumplir los compromisos de austeridad que provoquen una verdadera reducción del gasto.
Parece escandalosamente obsceno que el mismo día en que se plasma la consideración técnica de la situación de la economía española, el partido del Gobierno apruebe una ley tan frívola, absolutamente antitética de la senda que lleva a la salida de la situación tan precaria en que nos encontramos.
Estos gobernantes se echarán luego las manos a la cabeza condenando a los Hedge Funds por abrir posiciones contra activos españoles.
Pero si cazas al pavo, lo cocinas, y se lo sirves a unos comensales hambrientos a los que previamente has invitado, resulta estúpido alarmarte cuando se dispongan a degustarlo.
jueves, 29 de abril de 2010
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1 comentarios:
A quien habría que matar es al que caza el pavo, lo cocina y lo sirve.
Estos políticos van a dejar el país que no lo va a reconocer ni la madre que lo parió.
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