Frase del día

There are four imperatives for leaders: they must inspire trust, clarify purpose, align systems and unleash talent Stephen Covey

lunes, 13 de diciembre de 2010

La correlación entre el dinero y la felicidad

Me apostaría mi cesta de Navidad a que en más de una ocasión, en alguna conversación de sobremesa o de cervecitas en un bar, habréis discutido con parientes y amigos el tópico de si el dinero compra o no compra la felicidad. Pues bien, aquí os traemos este interesante gráfico publicado en The Economist para que refresquéis vuestros discursos de cara a las numerosas cenas de Navidad que probablemente os esperan.


Sí, hasta los 15.000$ de PIB per capita, el dinero hacer más feliz a las personas de un país, pero a partir de ese salario se pierde la correlación: más dinero no significa más felicidad. Entonces, para qué trabajar taaaan duro? (yo no me meto en el grupo que mi trabajo es una gozada...)

    "Scientists who look at happiness often contend that, beyond a GDP per capita of just $15,000 (measured at purchasing-power parity), money does not buy happiness. Up to that point the correlation between the two is strong, but thereafter it falls away."

Los científicos que estudian la felicidad a menudo encuentran que, más allá de un PIB per capita de 15.000$ el dinero no compra la felicidad. Hasta ese punto, la correlación entre las dos variables es fuerte, pero a partir de ahí cae.

    "If this is true then some heretical conclusions follow: rich America is no happier than poorer Brazil, so what is the point in people who live in rich countries working harder to get ever richer? Politicians should concentrate on maximising the mental health of their voters, rather than the size of their pay checks".
Si eso es cierto entonces la rica América, no es más feliz que Brasil, entonces, qué sentido tiene para las personas que viven en los países ricos trabajar más duro para ser más rico?

En esta línea se ha publicado en 2010 un libro bastante interesante del archicitado economista Joseph "Eugenio" Stiglitz (Sí sí, el autor más citado del mundo en 2008) escrito en conjunto con otro conocidillo colega de profesión (Amartya Sen) titulado: "Mismeasuring our lives: why GDP doen’s add up?" en el que la reflexión es clara: ¿es realmente el PIB una medida adecuada del desempeño de los países? ¿Refleja lo que somos, lo que nos preocupa, lo que nos hace felices, lo que constituye nuestras vidas?

La clave: el PIB se ha quedado antiguo, hay que desarrollar nuevos indicadores más holísticos que sirvan para orientar mejor las acciones de los gobiernos y permitan comparar más fielmente el desempeño de los países en términos de la mejora del bienestar social.