El libro es una colección de aforismos y meditaciones en los que el autor expresa sus ideas en formas que jamás esperarías. Podéis ver algunos aforismos al final del post, como siempre Taleb irreverente y retador.
Por el momento no parece haber versión en Español, pero esperemos que la traducción no tarde!
A continuación os dejamos un pequeño extracto del libro, que hemos traducido (libremente) del blog 800ceoread. En el extracto, Taleb explica quien era Procusto, porque la historia de Procusto es una metáfora de nuestro tiempo, y porqué decidió escribir el libro de la forma que lo ha hecho:
Procusto
Procusto, en la mitología griega, era el cruel dueño de una posada en la región de Ática, a medio camino entre Atenas y Eulesis, dónde se celebraban los ritos misteriosos de las diosas Deméter y Perséfone. Procusto tenía un peculiar sentido de la hospitalidad; secuestraba viajeros y les proveía de una generosa cena para posteriormente invitarles a pasar la noche en una cama más bien especial. Procrusto quería que la cama se ajustase perfectamente al viajero. Aquellos que eran demasiado altos, veían como sus piernas eran cortadas con una afilada hacha, mientras que los que eran demasiado bajos eran estirados hasta ajustarse a las medidas de la cama (su verdadero nombre era Damastes, o Polipemón, pero se le conocía más por su apodo: Procusto, que significa "el estirador").
En el más puro sentido de la justicia poética, a Procusto le acabo saliendo el tiro por la culata. Uno de los viajeros resultó ser el audaz e intrépido Teseo quien más tarde daría muerte al Minotauro en su heroica carrera. Después de la acostumbrada cena, Teseo hizo a Procusto tumbarse en su propia cama. Después, para hacerle encajar en la acostumbrada perfección, le decapitó. Teseo de esta forma siguió el método de Hércules de pagar en especie.
En algunas versiones más siniestras, Procusto poseía dos camas, una pequeña y otra grande; así, hacía tumbarse a las víctimas bajitas en la cama grande, y a las víctimas altas en la cama pequeña.
Cada aforismo aquí incluido trata sobre un lecho Procustiano, en el que algunos humanos, ante los límites del conocimiento y cosas no observadas, lo no visto y lo desconocido, resuelven la tensión embutiendo la realidad dentro de escuetas ideas pre-fabricadas, categorías limitadas, vocabulario específico, y narraciones pre-empaquetadas, las cuales, en ocasiones, tienen consecuencias explosivas. Así, parecemos inconscientes de este ajuste "hacia atrás", como un sastre que se muestra orgulloso de conseguir trajes que sientan perfectamente, pero consigue esto modificando quirúrgicamente las extremidades de sus clientes. Por ejemplo, pocos se dan cuenta que estamos cambiando la inteligencia de los estudiantes de escuela mediante medicación para hacer que se ajusten a un plan de estudios, en vez de lo contrario.
Dado que los aforismos pierden su encanto si son explicados, aquí por ahora solo insinuaré el tema central de "El Lecho de Procusto", dejo para más adelante mayores debates. Estos son pensamientos autónomos comprimidos alrededor de mi principal idea sobre como tratamos, y como deberíamos tratar, con aquello que desconocemos, más profundamente discutido en mis libros "El Cisne Negro" y "Engañados por el Azar".
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La persona que más miedo tienes de contradecir es a ti mismo.
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Una idea comienza a ser interesante cuando tienes miedo de llevarla a su conclusión lógica.
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Las compañías farmacéuticas son mejores inventando enfermedades para medicamentos que ya existen que inventando medicamentos para enfermedades que ya existen.
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Para comprender el efecto liberador del asceticismo, considera que perder toda tu fortuna es mucho menos doloroso que perder solo la mitad de esta.
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Para hacer quebrar a un idiota, dale información.
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El ámbito académico es al conocimiento lo que la prostitución es al amor: bastante parecido en la superficie, pero, para el que no es bobo, no exactamente la misma cosa.
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En la ciencia, necesitas entender el mundo, en los negocios necesitas que otros lo malinterpreten.
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Sospecho que mataron a Socrates porque hay algo terriblemente poco atractivo, alienante e inhumano en pensar con demasiada claridad.
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La educación hace al sabio un poco más sabio, pero hace al idiota infinitamente más peligroso.
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El test para la originalidad de una idea no es la ausencia de un solo predecesor, sino la presencia de múltiples pero incompatibles predecesores.
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El doble castigo de la modernidad es hacernos crecer prematuramente y vivir más tiempo.
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Un erudito es aquel que muestra menos de lo que sabe; un periodista y un consultor, lo contrario; la mayoría cae en algún punto entre ambos.
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Tu cerebro es más inteligente cuando no le ordenas que hacer - Algo que la gente que se ducha descubre ocasionalmente.
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Si tu enojo disminuye con el tiempo, cometiste injusticias; si aumenta, sufriste injuscias.
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Me pregunto si aquellos que defienden la generosidad por sus recompensas, son conscientes de su inconsistencia, o si aquello que llaman generosidad es una atractiva estrategia de inversión.
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Aquellos que piensan que la religión trata sobre la "fé", no entienden la religión, y no entienden la fé.
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El trabajo destruye tu alma invadiendo furtivamente tu mente durante las horas no gastadas oficialmente trabajando; se selectivo respecto a las profesiones.
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En la naturaleza nunca repetimos el mismo movimiento. En cautiverio (oficina, gimnasio, transporte, deportes), la vida es solo un repetitivo daño por fatiga. Sin aleatoridad.
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Usar, a modo de escusa, la falta de sentido común de otros es, en sí mismo, una falta de sentido común.
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La conformidad con la rectitud de la estrecha (Aristotélica) lógica y el eludir sus fatales inconsistencias no es la misma cosa.
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Los economistas no pueden digerir la idea de que lo colectivo (y lo agregado) es desproporcionalmente menos predecible que los individuales.
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No hables del "progreso" en terminos de longevidad, seguridad o confort, sin antes comparar los animales del zoo con aquellos que viven en libertad.
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Si por la mañana, sabes con total precisión como va a ser tu día, estás un poquito muerto ya - A más precisión, más muerto estás.
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No hay un estado intermedio entre el agua y el hielo, pero si hay uno entre la vida y la muerte: el trabajo.
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Tienes una vida equilibrada cuando la mayoría de lo que temes tiene la estimulante perspectiva de una aventura.
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Nadie quiere ser perfectamente transparente; no frente a los demás, y con total seguridad no frente a sí mismo.