1. Wagaboo http://www.wagaboo.com/
Perdonar mi lenguaje. Pero una vez estuve saliendo con una chica a la que le encantaba este sitio, y cada vez que se empeñaba en ir, me ponía de bastante mala hostia, por no utilizar una expresión más táctilmente genital. Me explico.
En Wagaboo podemos degustar una demagógica mezcla de cocinas, dónde predomina la asiática, con tintes italianos. Los platos no son explícitamente lamentables, sino simplemente, mediocres. En su carta nos podemos topar con pastas y arroces, hamburguesas y solomillos, que si bien no justificarán el pedir el Libro de Reclamaciones, carecen de la menor gracia. Nada nuevo, salvo la escasez en las raciones.
Lo que verdaderamente resulta ridículo es su presuntuosidad. Los locales, ubicados en las mejores zonas de Madrid (Chueca, Ayala, Chamberí), evocan un cambalache de diseños, con un mal entendido aire chick. No cabe duda de que el decorador de tan magna obra se ha ganado hasta el último euro. Joder si se lo ha ganado. La saturación de los colores negro y malva, extremadamente trascendental, contribuye a quitar el apetito. A este festival de buen gusto veneciano, se unen la ostentosidad de la bodega, que hace las veces de pared, junto con otros motivos decorativos, igualmente artificiosos, inspirados en películas de Stanley Kubrick. Buen ejemplo de ello son las visibles tuberías de suministros del techo. Fascinantes.
En Wagaboo se recomienda no traer ningún tipo de prenda de abrigo o chaqueta, ya que las graciosísimas sillas ovaladas imposibilitan colocar nada en su respaldo. Así que ya sabeis amigos, si es invierno, a ponernos la chaquetita de los cojones entre las piernas. La enésima innovación de estos muchachos.
El excesivamente sobreaprovechado comedor ofrece la posibilidad de sentirse protagonista de las conversaciones de los otros errados comensales, como si de un Home Cinema se tratase, en Stereo Digital Surround.
Por supuesto, y al igual que en El Buli, no hay menú del día. El estilo elitista del restaurante imposibilita también elegir hora en la reserva. Por la noche, existen sólo dos turnos de cenas, a las 21:00 y a las 23:00; así de disimulado es el ánimo de lucro. Nada de cenar a las 22:00. Eso no es costumbre en Wagaboo, amigos. O calidad o comodidad, como la lencería más sexy. O bueno, tal vez, ninguna de las dos cosas.
Pero aquí no acaba la cosa. Ahora viene mi parte favorita. Despues de que se nos hayan saltado las lágrimas con tanta delicia y buen ambiente, pedimos la cuenta. Si no nos hemos fijado en los precios de la carta, me temo que será inevitable que se nos quede la cara de David Sklansky, cuando en la final del campeonato de Poker Texas Hold'em de 1998, disputado en Las Vegas, puso sobre la mesa, con el desprecio del que se sabe superior, un pócker de Jotas acompañado del 8 de Corazones, mientras que su rival, un desconocido jugador amateur de Savannah, Georgia, deslizaba sobre el tapete 4 naipes con 4 Reinas dibujadas. Dinero bien gastado.
7 comentarios:
Hahaha!! Bueno, desde luego que se ve que no entusiasma mucho el sitio...
Para mí no es tan malo el sitio, es verdad que no es gran cosa, pero es bastante competitivo en precios!
Y hay que saber escoger lo que pides: la pasta asíatica cumple su cometido, y si recuerdo bien los raviolis con boletus estaban bastante buenos, aunque escasos, eso sí... Pero desde luego que no es el lugar para tomarte un buen solomillo, eso seguro, jaja!
Es una farsa de sitio. Absolutamente de acuerdo con el amigo oriental, creador de este blog
Aparte del tono sarcástico del post, que hace que lo leas con una sonrisa, decir que lo único que pones bien del sitio, es su diseño.
Su diseño lo hizo el arquitecto y diseñador Luis Galliussi y es un referente tanto a nivel nacional como internacional, en el campo del interiorismo.
Como curiosidad decir que se le consedera el "anti-decorador" y es tremendamente crítico con los interiorístas modernos.
Un saludo a los miembros del blog y en especial al Oriental que ha escrito el post.
Sinceramente, considero que es un artículo más de opinión que de gastronomia. Entiendo que te pueda gustar más la comida tradicional, pero has de comprender(ya que todas tus feroces críticas van dirigidas a eso), que igual este tipo de restaurantes no van dirigidos a un público como tú, sino alguien que busca algo diferente al tipico bar de tapas, sin tener que recurrir a un precio extremadamente elevado (ya que Wagaboo se encuentra en una categoría media entre restaurantes de lujo y de bares de tapas).
Sin más, como usted, es mi opinión. Pero si tiene tanto éxito por algo será.
Un saludo.
Coincido con JO y difiero con LO, autor del Post. Es lo que tiene Idiotsingracia! No es un sitio que ponga entre los 10 primeros... bueno ni entre los 20 primeros sitios a los que iría a comer en Madrid. Sin embargo, si estás por los alrededores, o trabajas cerca, puedes tomar un menú razonablemente apetecible a un buen precio. Personalmente habré ido unas 4 o 5 veces y sí recuerdo que una vez pensé: "vaya basura que me han puesto" (los tallarines con curry rojo) no obstante también he tomado platos bastante logrados (La'mien, salteado de verduras, pizza capresse). Un sitio normal, puede que un poco caro para cenar para la calidad que ofrece. El menú del día, como decía, bien.
Pues a nosotros nos encanta. Por cierto, ya tienen menu de dia, lo unico que el comentario es del año pasado y creo que por aquel entonces no había. Supongo que de algo habran valido las quejas o sugerencias de los clientes. A mi ahora como me pilla al lado, voy de vez en cuando a tomar el menu. Que paseis buen dia
El comentario es gracioso, pero no estoy de acuerdo en nada, a mi me parece un sitio muy agradable, con un ambiente estupendo, la comida me parece muy buena y su relacion calidad precio tambien. Si quieres comer carne en plan Asador, creo que tienes que ir a otro sitio
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