Joan Laporta: historia de un éxito I

La vida del abogado Joan Laporta i Estruch, nos muestra hasta qué punto es mucho más importante la suerte que el talento para destacar en al vida. Si introducimos su nombre en Wikipedia, podemos leer unas pinceladas de su exuberante biografía.

Un niño bien de Barcelona, procedente de una familia adinerada que le pudo pagar estudios universitarios y Masters, y sufragarle su propio Bufete de abogados. Nunca destacó en nada, se divorció de su mujer y volvió a fracasar en su asalto a la política de manera estrepitosa.

Fue entonces cuando un rayo atravesó su proverbial mente, y decidió enfocar su vida hacia el Club de sus amores. En 1998 formó parte de la fracasada candidatura de Ángel Fernandez a las elecciones presidenciales del FC Barcelona. Un año después, lideró la plataforma Elefant Blau, que promovió una moción de censura contra Núñez. El desenlace, como no podía ser de otra forma, fue la derrota, con la posterior disolución de la plataforma. En el 2000, Laporta se integró en la candidatura de Bassat, que nuevamente fracasó, esta vez, frente a otra eminencia que destilaba talento recubierto de buenas maneras, su tocayo Joan Gaspart. Tras la histriónica y lamentable gestión de este (caso Figo de por medio), se convocaron elecciones en el 2003, a las que Laporta decidió acudir como candidato, rodeado de personas como Sandro Rosell, que se ocuparía de la parcela deportiva, o de Soriano, que se ocuparía de la parcela económica. Fue entonces cuando, en mitad de la campaña electoral, con Lluís Bassat liderando todas las encuestas, a Laporta se le ocurrió asegurar que tenía fichado a David Beckham. El 15 de Junio de 2003, Laporta se convirtió en nuevo presidente azulgrana.

El resto de la historia, ya nos resulta más familiar. David Beckham fichó por el Real Madrid, y, buscando un Plan B de emergencia, a su vicepresidente Sandro Rossell, se le ocurrió fichar a un incipiente brasileño que jugaba en el Paris Sant Germain, de nombre Ronaldinho. No era Beckham, pero era lo que se podía. Exactamente igual en el banquillo: se intentó fichar a Hiddink, a Koeman, y finalmente, ante la negativa de estos dos, al inexperto Frank Rijkaard.

Aprovechando el colapso del Real Madrid de los Galácticos, y apoyado en un espectacular Ronaldinho, el Barcelona firmó una campaña bastante digna, quedando Segundo en la Liga, pese al empeño de Laporta en despedir a Rijkaard a mitad de temporada. Durante este primer año, Laporta subió un 40% el precio de los abonos del estadio, pese a que en la campaña electoral había prometido que no lo haría. Las siguiente campañas, se incorporaron jugadores de la cantera, tales como Iniesta, Valdés, Messi, Bojan, junto a los que ya estaban como Xavi o Puyol, y se ejecutaba la opción de repesca sobre Piqué. Todos ellos firmarían la mejor generación de jugadores de la cantera azulgrana. Una eclosión de jugadores muy ajena a ningún mérito por parte de Laporta. Lo que si puede achacarse a éste fue la dimisión, el 2 de Junio de 2005, de 5 de sus directivos: Sandro Rossell, Monés, Bartomeu, Moix y Faus, denunciando la falta de democracia y transparencia en la junta, marcada por el autoritarismo, la opacidad y la ambición de poder. Días después de la dimisión en cadena de sus directivos, Laporta protagonizaba una escena en el aeropuerto de Barcelona. Enojado por no pasar el arco de seguridad que detecta metales, se desnudaba en público hasta quedar en ropa interior, mientras increpaba al personal de seguridad del aeropuerto del Prat.

(Continuará…)