En esta ocasión y tras un amplio debate en el seno de Idiotsingracia, publicamos el relato de un compañero barcelonista sobre el derbi.
Aunque a algunos de nosotros esto ha resultado más doloroso que el viejo Hara-kiri samurai, nuestro amigo nos ha conquistado con su redacción y entusiasmo y hemos decidido publicarlo, aquí os lo dejamos:
Antes de iniciar este relato voy a dar unos detalles personales de mi peculiar situación.
Soy un culé en Madrid.
Creo que con eso he dicho bastante. Durante años he tenido que sufrir como todos mis amigos celebraban los triunfos de un equipo que son mayoría en mi ciudad, dejándome una sensación de rencor que me carcomía por dentro. Pero gracias a Dios (y por su bienestar), aprendía a convivir con las burlas, insultos, etc., de manera que ya me parecían algo que formaba parte de cualquier derbi.
Años atrás, el Real Madrid sorprendía a propios y extraños ganando títulos tan importantes como ligas y copas de Europa, ante los equipos que mejor juego desplegaban por entonces, cuando esta entidad no parecía ni jugar a las chapas. Pero siempre estaban ahí. Hasta que se produjo un cambio.
Durante la etapa de Florentino Pérez, cuando el Madrid se dedicaba a acaparar a los mejores jugadores del planeta y realizar un juego digno del nombre con el que se les había bautizado,” los galácticos”, hubo un punto de inflexión; la copa del rey del 17 de Marzo de 2007.
El resto es historia. Una debacle digna de las mejores tragedias griegas.
Y aquí es donde quiero empezar mi verdadera historia.
A partir de ese momento surgió en el F.C. Barcelona la idea de recuperar unos ideales que le habían dado al club y al fútbol, una filosofía de vida, el recuerdo del “Dream Team”.
Todos los barcelonistas nos las prometíamos muy felices viendo jugar de forma conjunta a un equipo que se preocupaba por “mimar” la pelota y que tuvo dos momentos cumbres; uno institucional, el otro sentimental.
El primero de ellos, por supuesto, es la consecución de la Copa de Europa; el segundo, la ovación a Ronaldinho por parte de los aficionados del eterno rival en el Santiago Bernabéu.
Y volvió a surgir el “estigma” del Real Madrid. Con una fe más propia de unos fanáticos religiosos, consiguió convencer a todos que por encima del fútbol estaba la fuerza de voluntad. Y así fue. Y la liga que todos daban por perdida, voló hacia Madrid.
Y como suele suceder, la historia se repite. Se cruzaban de nuevo dos trayectorias, dos formas de entender el fútbol.
Esta vez no había intermediarios. Era un duelo en la cumbre. Dos boxeadores en la lona dispuestos a enlazarse en un intercambio de golpes que daría con un solo vencedor.
No hizo falta llegar a los puntos. El Barça tumbó al Madrid por KO técnico, dejando la mayor goleada en feudo madridista desde tiempos de Cruyff y la sensación de que los inquilinos de La Castellana habían estado viviendo el sueño de una noche de verano.
En esta ocasión no sólo ganó el Barça, sino que ganó el Fútbol.
Y por una vez en la vida, Cibeles se postró a mis pies...
Il Basso
MiB: Dana Mattioli on Amazon’s Everything War
Hace 3 días
3 comentarios:
A MUERTE CON EL CHELSEA HOY....
TODA ESPAÑA EN LAS BOTAS DE DIDIER DROGBA....
COME ON BLUES!!!!!!!!!!!!!!
Esa es vuestra unica esperanza, que otros hagan el trabajo que por vuestra propia incompetencia no habeis sido capaces de hacer. Patetico.
ese anonimo es del Barsa o del Atleti... en cualqueira de lso dos casos, decirle que seguro que si fuera el Madrid el que estaba en la Semifinal de la Copa de Europa, las aficiones del Barsa y del Atleti irían con el Madrid... lo que es patetico es la doble vara de medir de algunos...
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