Frase del día

There are four imperatives for leaders: they must inspire trust, clarify purpose, align systems and unleash talent Stephen Covey

martes, 13 de abril de 2010

Y si no, pues no se cruza el charco

Ahora que está finalizando la temporada en la NBA y que nuestros españoles corren suerte tan dispar, tanto a nivel individual como colectivo, me gustaría que reflexionásemos sobre un fenómeno que se ha producido en el baloncesto (español) en los últimos años. Y ello es el cambio de tendencia que se está produciendo al escoger no acudir a la seductora llamada de la NBA.

Pongámonos en situación. Verano del 2005, el pivot de Unicaja, Fran Vázquez es seleccionado en el puesto nº 11 del Draft, una elección bastante alta, por los Orlando Magic para que forme parte de su plantilla para la próxima temporada y en una decisión sin precedentes el jugador español acepta una mareante oferta del Akasvayu Girona y se queda en España.

Tal vez esta decisión no sorprenda a alguno de nuestros lectores ya que puede que piensen que si consiguió un buen contrato y tenía la opción de seguir viviendo en su país, con su familia, amigos, cultura, etc., era una alternativa que se podría considerar como lógica. Pero desde el punto de vista de la NBA, el hecho de que un jugador rechazara jugar en la mejor liga del mundo fue considerado poco menos que un sacrilegio.

Este mismo verano, Ricky Rubio, el mayor talento de los últimos años del baloncesto español, con permiso de Pau Gasol, se presentó al Draft de la NBA y el resultado fue su elección por Minnesota en el puesto nº5, un top5 de entre los (supuestamente) mejores jugadores de ese año. Pero de nuevo la historia se volvió a repetir y Rubio movió su lugar de entrenamiento unos kilómetros cambiando la camiseta del Juventud por la del Barcelona, en lugar de tomar las riendas de un equipo en el que supuestamente iba a ser la estrella.

Entre las razones que argumentó Ricky Rubio para tomar esta decisión fue que quería seguir formándose antes de “dar el salto”, que quería estar cerca de su familia y que no quería ir a Minnesota. Si, sorprendentemente dijo claramente que no quería jugar allí, y la verdad es que es totalmente razonable no querer vivir/jugar en una ciudad donde las temperaturas durante el invierno pueden llegar a alcanzar los 50 grados bajo cero.

Pero el trasfondo de todo esto no es únicamente sacar a relucir la lógica en las decisiones de nuestros jugadores sino el trasfondo que las soporta. Hace 20 años la NBA era una liga inaccesible para la mayoría de los jugadores europeos, con unos sueldos estratosféricos y con un nivel de seguimiento en los medios sólo comparable a los grandes acontecimientos del fútbol mundial. No había nadie que no soñara con jugar allí.

Hoy en día se ha reducido el abismo entre estos dos mundos tanto a nivel deportivo (España tuteo a la selección norteamericana en los JJOO de Pekín) como a nivel económico (la devaluación del dólar frente al euro o el auge de los petrodólares rusos) de forma abismal, provocando que la NBA ya no sea la primera opción para ciertos jugadores, hecho que se confirma no sólo con estos dos casos, sino en otras situaciones de fichajes a la inversa, donde jugadores relativamente importantes en equipos NBA (Kleiza, Nachbar o Childress) volaron para Europa desde EEUU.

Tal vez la NBA ya no sea el paraíso, sino que tan sólo sea la “Gran Manzana”.


Il Basso

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo primero enhorabuena por el blog, os leo a menudo y lo encuentro muy interesante. Además está muy bien la variedad de temas que tenéis y que publiquéis post de baloncesto, que se echan en falta.

Yendo al grano, lo que es cierto es que la situación no fue del todo la misma en ambos casos, puesto Fran Vazquez ha dejado bien claro que no tiene ninguna intención de ir a la NBA y en cambio Ricky se ha quedado para ganarlo "todo" en Europa y jugar en un grande antes de irse.

Un saludo

IL Basso dijo...

Totalmente cierto lo que comentas respecto a la situación de Fran y de Ricky, pero lo que sí es cierto es que cada vez la distancia entre ambos "baloncestos" es menor y eso hace que los jugadores tengan más fuerza a la hora de tomar sus decisiones.

El hecho de que te "obliguen" a jugar en un equipo/ciudad sólo por el hecho de que ha tocado en un sorteo no favorece que los jugadores quieran jugar allí. Si a Ricky le llega escoger Nueva York probablemente no le estaríamos viendo este año en la ACB.

Gracias por comentar

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